Aunque nosotros las conocemos como Islas Fiji (Fidji en francés), el nombre oficial de este archipiélago es República de las Islas Fiji. Tiene una población (fijianos) de alrededor de 900.000 personas y una de las economías más desarrolladas del Pacífico merced a sus recursos forestales, minerales, pesqueros y, al turismo.
Situada al sur del oceano Pacífico entre Vanautu, Tonga y Tuvalu, este archipiélago (el más conocido de la Melanesia) está formado por 322 islas de las cuales un tercio están deshabitadas. Las islas, de origen volcánico, son especialmente montañosas en su interior. Interior de increibles bosques selváticos y paisajes maravillosos, lagos volcánicos de bellísimas aguas transparentes, sólo superadas por las aguas turquesas de las barreras de arrecife. Un deleite de colores, un placer para viajeros sibaritas.
Las dos islas más importantes son Viti Levu y Vanua Levu. La capital de la república, Suva, está en la primera de estas islas. El clima de las islas es marítimo tropical a lo largo del año, relativamente estable debido a que en miles de kilómetros a la redonda sólo hay océano.
Recomendable visitar el templo de Sri Siva Subramaniya Swami en Nadi (donde está el aeropuerto internacional), embarcarse en un crucero (de un día de duración) para visitar las diminutas islas coralinas de Mamanuca, visitar las dunas de Sigatoka donde se pueden ver restos arqueológicos de casi 3.000 años, contemplar las tres cascadas del parque nacional de Bouma (en Taveuni) y bucear en el parque marino de Waibatu.
Fiji es un lugar inolvidable para el que lo visite. Uno de los pocos paraisos que quedan en esta tierra cada vez más castigada por la mano del hombre.
Situada al sur del oceano Pacífico entre Vanautu, Tonga y Tuvalu, este archipiélago (el más conocido de la Melanesia) está formado por 322 islas de las cuales un tercio están deshabitadas. Las islas, de origen volcánico, son especialmente montañosas en su interior. Interior de increibles bosques selváticos y paisajes maravillosos, lagos volcánicos de bellísimas aguas transparentes, sólo superadas por las aguas turquesas de las barreras de arrecife. Un deleite de colores, un placer para viajeros sibaritas.
Las dos islas más importantes son Viti Levu y Vanua Levu. La capital de la república, Suva, está en la primera de estas islas. El clima de las islas es marítimo tropical a lo largo del año, relativamente estable debido a que en miles de kilómetros a la redonda sólo hay océano.
Recomendable visitar el templo de Sri Siva Subramaniya Swami en Nadi (donde está el aeropuerto internacional), embarcarse en un crucero (de un día de duración) para visitar las diminutas islas coralinas de Mamanuca, visitar las dunas de Sigatoka donde se pueden ver restos arqueológicos de casi 3.000 años, contemplar las tres cascadas del parque nacional de Bouma (en Taveuni) y bucear en el parque marino de Waibatu.
Fiji es un lugar inolvidable para el que lo visite. Uno de los pocos paraisos que quedan en esta tierra cada vez más castigada por la mano del hombre.
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